La nueva entrega de “La Masacre de Texas” revive la pregunta: ¿Necesitamos más remakes/secuelas de viejas franquicias de terror?

En 1974 Tobe Hooper dirigió uno de los clásicos más relevantes del cine de terror moderno “The Texas Chain Saw Massacre”. Pese a su limitadísimo presupuesto (no más de 150 mil dólares), la película se convirtió en un éxito total de taquilla y recaudó más de 35 millones de dólares solo en Estados Unidos. Además, es considerada como una de las cintas fundamentales del género “slasher” y su fama generó una serie de secuelas, precuelas y remakes que, como podrían adivinar, no se acercan ni en lo más mínimo a la calidad de la película original.

Esto lo escribimos a propósito del estreno de “La masacre de Texas 2022”, lanzada la semana pasada por Netflix y que es oficialmente la novena película de esta “franquicia”. Las críticas fueron abrumadoramente negativas con esta nueva entrega, dirigida por David Blue Garcia y protagonizada por Elsie Fisher, Sarah Yarkin y Nell Hudson, por su falta de originalidad y bueno, básicamente por hacer lo mismo que toda la franquicia: generar una excusa narrativa para que Leatherface pueda matarlos a todos con la motosierra. En el caso de este película, la gran vendida de humo era el regreso del personaje de Sally Hardesty, protagonista de la primera película. Sin embargo, como la actriz original Marilyn Burns falleció en 2014, la actriz Olwen Fouere asume el rol de la clásica “Final girl”. Lamentablemente, el regreso del personaje no tiene sustancia alguna en la trama y solo es un recurso fanservice para que los fanáticos de la saga puedan enganchar de alguna manera.

Esto ya se ha transformado en una tendencia bastante triste de la industria del cine de terror: revivir a algún personaje clásico para apelar al cariño de la fanaticada, sin más mérito que utilizar recursos creadas por personas que simplemente hicieron buenas películas. Lo vimos en “Halloween” (2018), en “Scream” (2021) y en tantas otras secuelas baratas que la industria nos presenta año a año, como un fiel reflejo de la falta de libertad creativa que tienen los proyectos que trabajan los estudios en la actualidad.

De todas formas, el hecho de que “La Masacre de Texas 2022” llegue directamente a Netflix es un cambio relativo en el paradigma actual. Esto ya que lo común era que los estudios destinaran montos ridículamente bajos para los estándares actuales en este tipo de remakes, secuelas o precuelas, sabiendo que lograrían ganancias considerables solo por la capacidad de vender de estas sagas. Por ejemplo: la mencionada “Halloween” de 2018 tuvo 10 millones de presupuesto y recaudó 255 millones de dólares, “Scream 5” de 2021 tuvo 24 millones de presupuesto y recaudó 135 millones de dólares, y también hay ejemplos más brutales como la cuarta entrega de la saga “Actividad Paranormal”, que con solo 5 millones de presupuesto generó 142 millones de dólares. Viendo dichas cifras, se entiende un poco por qué a los estudios parece importarle realmente poco la calidad de esta películas que salen todos los años.

¿Cambiará el escenario con los estrenos directamente en plataformas de streaming de estas películas? Se ve difícil, sobre todo si consideramos que “La Masacre de Texas 2022” ya está entre lo más visto de Netflix esta semana, y sabemos que esos indicadores son los que importan hoy en día, más allá de la recaudación. Por lo pronto, quedaremos esperando que estas producciones de alta rentabilidad no le quitan la posibilidad a la nuevas “Hereditary”, “The Lighthouse” o “Midsommar” que puedan aparecer en el futuro.

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