Escribe Manuela Vásquez Venegas
“David Attenborough: A Life on Our Planet” es todo lo que necesitamos ver para enfrentar el cambio climático y encontrar ese impulso para aportar nuestro granito de arena en la protección de la naturaleza, aun cuando la mayor responsabilidad recae en el sector industrial.
La majestuosa y asombrosa capacidad de David Attenborough de relatar desde la emoción, incorporando información tan certera y contingente dio un nuevo paso. Esta vez el científico británico recoge toda su experiencia vivida en cada rincón del Planeta Tierra que visitó para mostrar, con imágenes y un relato conmovedor, cómo ha disminuido brutalmente la biodiversidad a causa de errores humanos, de nuestros errores como especie.
El reconocido divulgador naturalista entrega su propio testimonio a medida que va relatando, cronológicamente, sus viajes en los cinco continentes del mundo, presentando a medida que pasan los años cómo el aumento de la población en la Tierra es proporcional a la disminución de la biodiversidad en el Amazonas, en Chernóbil, en la Antártica, en todo el océano y en cada rincón del planeta.

El calentamiento global descongela los polos de la Tierra. Imagen de “David Attenborough: A Life On Our Planet” ©Netflix
Una enseñanza de 80 minutos
¿Qué estamos haciendo mal como especie? La lista parece infinita, no así los recursos naturales del Planeta Tierra y ese es precisamente el mayor problema que expone David Attenborough. En el documental se muestra cómo la población humana crece sin límites, arrasando con millones de hectáreas de hábitat naturales, extinguiendo cientos de especies animales y amenazando el equilibrio del ecosistema.
Sin embargo, uno de los puntos más rescatables de este testimonio documental es que da luces de un futuro mejor: nos invita a mejorar como especie, a empatizar con nuestro entorno y con los millones de especies más que le habitan. Desde su sabiduría y experiencia, David Attenborough y la producción de este majestuoso film nos entrega cinco pasos para reducir los gases de efecto invernadero, recuperar la biodiversidad que ha sido devastada y así avanzar en un proyecto sustentable de humanidad.

El mundo marino no funciona sin un mar saludable. Imagen de”David Attenborough: A Life on Our Planet” ©Netflix
Un documental de expertos
El documental está dirigido por tres realizadores con vasta experiencia en este tipo de metrajes. El más conocido probablemente es Alastair Fothergill, que también trabajó con Attenborough al frente de la serie documental “The blue planet” (2001). También participan Jonathan Hughes, productor de “Nature Shock” y Keith Scholey, productor de “Our Planet” y “African Cats”.
La experiencia en pantalla es evidente, pues el material de archivo se entrelaza a la perfección con el relato, permitiendo que los 83 minutos de filme parezcan 10. Sin duda el impacto visual de esta producción, ayudado en gran medida por los adelantos tecnológicos, es fundamental para el testimonio que Attenborough intenta plasmar. Y funciona, sin caer jamás en el morbo y respetando a la audiencia con lo que vemos en pantalla.
¿Será este el último documental de David Attenborough? No lo sabemos. Ya en el pasado ha anunciado su retiro y al tiempo vuelve a aparecer en una nueva serie documental. Por lo pronto, su testimonio ya está en Netflix y no podemos dejar de destacar su relevancia.
El documental está disponible en Netflix.