Se respiran nuevos aires en el universo cinematográfico de DC. James Gunn ha tomado el mando del proyecto y ha decidido partir desde cero (nuevamente) con películas que presentarán a los justicieros que formarán parte del DCU en los próximos años.
Si bien la primera parte de este nuevo plan comenzará con el estreno de Superman: Legacy, el primer personaje de esta tanda se presentó en los cines anticipadamente. Jaime Reyes, más conocido como Blue Beetle.
Es un tanto extraño que este personaje sea parte del futuro de DC pese a que su película no está considerada como parte del rebuilt. Puede que tenga que ver con que nunca le tuvieron mucha esperanza a este proyecto, el cuál en un principio iba a ser una serie de TV, luego una película que sería lanzada en HBO MAX y finalmente un largometraje de cine. Se menciona que la idea era que la serie sirviera como sustituto de Doom Patrol y que pudiera captar la atención del público que disfruta ver un formato semanal, pero las ideas cambian (especialmente en DC) y quedamos con el estreno en pantalla grande del primer superhéroe mexicano.
La película muestra la vida de Jaime Reyes (Xolo Maridueña), un joven que acaba de graduarse de la escuela de Leyes y que vuelve a casa para celebrar con su familia, pero ésta tiene graves problemas económicos que obligan a Jaime a buscar un empleo para que no pierdan su casa debido a las deudas. Es en esta búsqueda que se gana el favor de Jenny Kord (Bruna Marquezine), sobrina de Victoria Kord (Susan Sarandon), magnate que lidera una industria de tecnología enfocada en armamento. Jenny le hace entrega de un escarabajo azul a Jaime para que este lo cuide, pero la curiosidad de su familia despierta las habilidades de este insecto, el que ataca a Jaime y se fusiona con su cuerpo, dando nacimiento a Blue Beetle.
La película avanza y se va desarrollando con un buen ritmo. No van derecho al conflicto, sino que se toman el tiempo necesario para introducir al nuevo protagonista y sus motivaciones. Esto permite que conozcamos más a los Reyes y que podamos tomarle el peso necesario a los problemas que los amenazan. Es una familia carismática, cariñosa y agradable, nadie quiere que les pase algo malo y eso potencia el clamor por Jaime y sus nuevos poderes.
Blue Beetle es un protagonista del que puedes sentirte parte, uno que se siente real. Es un chico sin habilidades especiales que es elegido para ser un superhéroe por casualidad. Por lo general esto va de la mano de una misión altruista que catapulte la imagen de héroe alrededor del mundo, pero este no es el caso. Jaime quiere salvar gente porque es una buena persona, pero su objetivo no es el mundo, sino su familia. Toda su motivación viene del apoyo familiar que siempre ha recibido y que ahora debe devolver.
Se agradece que, entre tanto material de comics y una evidente fatiga por el género de superhéroes, aparezca un filme que se sostenga por sí solo y que no busque integrarse a un equipo más grande. Se siente como un reinicio necesario en donde no dejan de lado la importancia de introducir al personaje antes de iniciar una trama mayor.
Dejan pistas de que hay algo más en el horizonte para Blue Beetle, pero son señales sutiles que se pueden o no identificar si eres conocedor de los comics o hasta que se hacen evidentes en las escenas post créditos. Tal como era en un principio en las primeras etapas de Marvel y su MCU, competencia directa de DC.
Sin embargo, es una película que sufre con los clichés de superhéroes. Cuesta identificar alguna parte de la trama, o de los mismos diálogos, que no se hayan visto anteriormente en algún filme del género. Es más, por momentos pareciera que estamos saltando entre películas y viendo partes de Spiderman o Batman, cosa que no es un pecado ya que sigue la formula del camino del héroe, pero que carece del elemento sorpresa y se vuelve repetitivo.
Otro gran punto en contra es que el largometraje se enfoca mucho en la comedia. Es agradable y chistoso ver cómo interactúan los Reyes; le entregan vitalidad a la película y son el gag cómico necesario para los momentos de tensión. El problema es que ya son más de 10 años de películas que siguen el mismo formato narrativo. Sirve para el filme, pero la idea es que esta nueva etapa del DCU tuviera elementos diferenciadores que la harían más atractiva y nada de eso aparece en pantalla. Aunque claro, no es el inicio “oficial” del nuevo universo de James Gunn.
Sin embargo, la gran crítica que debo hacerle es que pareciera ser un lanzamiento comercial para atraer gente latina, pero mal hecho. ¿Recuerdan el momento de Avengers: Endgame en donde todas las mujeres del elenco se reúnen para iniciar un ataque? Es algo por el estilo.
Nos cuentan la historia de un héroe mexicano, interpretado por un actor con orígenes latinos, dirigido por un director latino (Ángel Manuel Soto) y con una historia que es básicamente latinos vs imperialistas estadounidenses. Esto podría ser aceptable, pero va de la mano con los típicos estereotipos latinos de Hollywood que ya bordean lo ridículo: una familia latina que desvía su atención de lo importante para discutir sobre telenovelas, que ven como lo más normal del mundo el que solo puedan optar empleos de servidumbre o en labores pesadas, que sean chillones y con una evidente carencia de educación, que tomen las armas y vayan a pelear porque son revolucionarios, etc.
Incluso intentan crear una sensación de pertenencia en donde todos los latinos deben apoyarse mutuamente porque son “de los mismos”. No importa la profesión, la carrera, las conexiones o la historia personal de estos personajes; si son de piel oscura con un apellido hispano, se ayudan. Esto no es un Jedi vs Sith, James, las personas no forman su carácter solo a partir de sus raíces. Esto se puede tomar como una parodia a décadas de discriminación racial. Para Hollywood puede ser chistoso, pero para el latino es “cringe”.
Sobre las escenas de acción en general hay poco que decir. Se nota que era una película que inicialmente iba a ser una serie ya que carece de planos o impacto cinematográfico. En su lugar, potencian las conexiones humanas y el cariño que los Reyes se demuestran.
A pesar de todo, la película es entretenida. El protagonista es uno que se puede apoyar, que no genera un revoltijo en el estómago (como lo de Ezra Miller después de sus vacaciones en Hawái) y con habilidades lo suficientemente misteriosas como para seguir desarrollando al personaje en futuras secuelas. El Escarabajo pone la primera piedra de la nueva etapa de DC, esperemos que sea el último reinicio.