Citadel: otra serie de espías poco creíbles

Citadel, una agencia de espionaje internacional que trabaja desde las sombras para actuar en favor de los desprotegidos ante los abusos de países o grupos paramilitares. Una agrupación que suma a solo unos pocos hombres de elite que son capaces de realizar las misiones más arriesgadas con total hermetismo. Una fuerza de operaciones especiales que promete ser la más eficaz del mundo, pero que al final del día se parece más a la cuadrilla de ataque de unos “stormtroopers”. 

La trama gira en torno a estos agentes, Citadel, quienes fueron traicionados por un miembro de los suyos y fueron expuestos ante el enemigo, Manticore, grupo financiado por las familias más adineradas del mundo que usan su propia red de espías para manipular distintos eventos a beneficio propio. 

Citadel es completamente aniquilado con la excepción de Mason Kane (Richard Madden) y Nadia Sinh (Priyanka Chopra Jonas), quienes se mantienen en completo anonimato hasta que son contactados por su antiguo camarada, Bernard Orlick (Stanley Tucci), quién les comunica que toda la información sobre Citadel, que se mantiene oculta en un maletín, ha sido comprometida y puede ser usada por Manticore a voluntad. Es momento de recuperar ese maletín y salvar al mundo. 

Esta serie es una de las apuestas más grandes de Prime Video. Con un costo de 300 millones de dólares, es la segunda producción más cara de la plataforma, siendo superada solamente por los casi 500 millones invertidos en Los Anillos de Poder.

El proyecto cuenta con los famosos hermanos Russo en la producción ejecutiva, Josh Appelbaum (Tortugas Ninja), Bryan Oh (Falling Skies) y David Weil (Hunters) como escritores y una propuesta de crear un universo global de Citadel que se retroalimente con spin-offs en distintos países e idiomas. Es claro que Amazon Prime tiene confianza en la saga e incluso se dice que hay una segunda temporada aprobada, según adelanta The Hollywood Reporter.

Al momento de verla uno puede ver el cuidado que hay con las tomas y la calidad de las imágenes, las que se diferencian de otras series de acción con una trama similar, como 24 o Alias. La acción es intensa y se pueden apreciar las secuencias como si estuviéramos en un cine. Lamentablemente, eso es parte de lo negativo de la serie.

El desarrollo es rápido y a menudo tiene saltos temporales para avanzar en la trama hasta llegar a lo importante. Similar a como sería si fuera una película con solo unos pocos minutos disponibles para plantear una historia. Esto provoca que queden lagunas en el guion y escenas poco creíbles que pueden obviarse dentro de una sala de cine, pero que no deberían presentarse en un show con múltiples episodios. 

Increíblemente, estos vacíos argumentales pueden haberse provocado debido a la contratación de los hermanos Russo. The Hollywoord Reporter menciona que hubo una gran cantidad de escenas que tuvieron que volver a filmarse a petición de Joe Russo, quién tenía diferencias creativas con Josh Appelbaum en cuanto al guion. Debido a esto, aumentó el costo de producción al tener que buscar nuevas locaciones, tener que pagarle extra a los actores y tener que volver a adaptar un libreto para que tuviera sentido en la mente de los showrunners. El resultado es una serie ágil que avanza con un buen ritmo, pero que es floja en los detalles que deberían ser importantes en una serie de espías, la infiltración y la inteligencia de sus agentes. 

Citadel es una agencia de espionaje de elite que tiene toda su información dentro de un solo maletín que puede ser fácilmente manipulado, ¿qué agrupación de inteligencia haría algo así?, hay una escena de una operación incognito en dónde el agente habla con su operador a través de un auricular como es habitual en estas series, pero lo hace a viva voz estando a un lado de los guardias que pretende burlar, o la nula presencia de las leyes de la física cuando alguien sobrevive una explosión capaz de destrozar una carretera pese a estar a solo metros de la bomba. 

Es un guion que pretende ser brillante y que tiene a sus protagonistas hablando en distintos idiomas en una misma conversación para plasmar el ejemplo, pero que es débil en cuanto a contenido y no se condice con la trama que introduce. 

Otra cosa que causa ruido es la cantidad de escenas con una iluminación difuminada que se ve bien en las cámaras, pero que provoca que toda la imagen parezca un flashback perpetuo. Es un buen recurso para mejorar la fotografía, pero pierde sentido cuando se usa en exceso.

Aun es muy pronto para ser categórico sobre el futuro de la serie ya que apenas se han estrenado 2 de los 6 episodios que tendrá la temporada. Pero es difícil anticipar un giro en la trama que borre todas las falencias que se pueden apreciar. Mason Kane no es Jason Bourne y Nadia Sinh no es Sydney Bristow. Son solo unos espías que, paradójicamente, estarían cumpliendo una de las reglas fundamentales del espionaje, que nadie recuerde sus nombres.

Citadel (2023)

Prime Video

2.5/5

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