Cyberpunk: Edgerunners: la experiencia visual de un futuro caótico

Hace unos años CD Projekt Red sorprendió al mundo con un gran juego llamado The Witcher 3. La fama ganada por su gran trabajo hizo que el estudio se embarcara en una nueva aventura con Cyberpunk 2077, un juego futurista en primera persona inspirado en el juego de rol Cyberpunk 2020 y que incluso sumaría a personajes como Keanu Reeves en su elenco. Pero el juego no fue lo esperando en su lanzamiento y tuvo problemas relacionados a su jugabilidad que lo hacían ver como un juego incompleto. 

Quizás como alternativa para que la gente le de otro intento, o siguiendo el ejemplo de League of Legends con Arcane, produjeron una serie animada de la mano del conocidísimo Studio Trigger que de seguro ha hecho que el juego sea merecedor de otra oportunidad, Cyberpunk: Edgerunners.

La serie nos lleva a un futuro en el que la humanidad ha logrado suplantar partes del cuerpo humano por piezas robóticas que entregan ventajas en varios aspectos de la vida diaria. Comunicaciones, conexiones a redes de internet, realidad virtual ampliada, etc, son muchas las oportunidades que entregan estos avances tecnológicos, pero también tienen un lado oscuro ya que el uso excesivo de estas piezas pueden afectar la actividad cerebral del usuario y hacer que pierda la cordura. 

Además, las constantes mejoras a la que pueden acceder las personas han influido en la creación de una brecha económica en donde quienes tienen dinero pueden obtener lo que quieran, mientras que la gente de bajos recursos debe adaptarse a vivir con lo poco que pueden conseguir. Esta diferencia socioeconómica ha ayudado en la creación de pandillas que buscan hacerse de piezas robóticas de gran valor y ha propiciado en la aparición de Cyberpunks, mercenarios que realizan trabajos de alto riesgo a cambio de ganancias más grandes.

David Martinez es un adolescente de 17 años que intenta vivir en medio de la alta sociedad de Night City, pero su madre, paramédica de profesión, no tiene los ingresos suficientes para que su hijo pueda desenvolverse con normalidad en la gran Academia Arasaka. 

David es un buen hijo que suele acceder a piezas baratas o actualizaciones falsas para no depender del dinero de su madre y así cumplir con sus exigencias de alumno, pero un trágico accidente provocará la ira de David, quién acudirá a un amigo para que instale en él una pieza de origen militar encontrada por su mamá, el Sandevistan. Ya con una nueva habilidad en su cuerpo, el chico prepara lo que será el resto de su vida trabajando como un Cyberpunk.

Cyberpunk: Edgerunners es una maravilla visual. Tiene el sello característico del Studio Trigger y se puede sentir la mano del director Hiroyuki Imaishi (Promare, Kill la Kill, Tengen Toppa Gurren Lagann), como también una dirección de fotografía de primer nivel a cargo de Tetsuya Kawata (Durarara, Terror in Resonance, Penguindrum).

Es una aventura caótica y frenética que no da lugar a respiro y cada episodio sorprende con un desarrollo que logra esquivar los problemas de tener que contar mucho en poco tiempo. Es una historia lineal que cualquier persona puede disfrutar sin necesidad de haber jugado el videojuego. De hecho, es una precuela, por lo que no se necesita mayor información salvo el manejo de algunos conceptos que por lo general se explican en el mismo contexto en el que son mencionados. 

Contiene un soundtrack que al escucharlo uno ya sabe que debe haber significado una inversión enorme. El mismo sonido ayuda a crear un ambiente en el que uno se siente parte de lo que está viendo. 

Trigger nos tiene acostumbrados a una animación llena de colores y movimientos alocados que permiten que cualquier cosa pueda ser posible dentro de su universo. Y esta serie no es la excepción.

El uso de luces, destacando el brillo del neón en la mayoría de las escenas, ayuda a crear el ambiente futurista en el que ocurren los eventos y potencia los gestos de los personajes en una mezcla que siempre es agradable de ver en el mundo del anime.

Es un anime agresivo, violento, bastante explícito en escenas de gore y sexo, pero que en ningún momento se siente como un show con acciones imposibles de realizar. Estamos al tanto de que es un mundo en el que casi todo lo que ocurre es inventado por la mente de sus autores, pero incluso esa libertad viene con condiciones de uso ya que todo acto riesgoso viene acompañado de consecuencias físicas y mentales. 

Este hecho genera una conexión especial con los personajes. Los vemos actuar, reír, sufrir y llorar por situaciones a los que son expuestos y reaccionan como lo haría un ser humano natural, no un personaje de anime.

Es difícil pensar en un aspecto negativo de una serie que pareciera tenerlo todo. Tanto narrativamente como a nivel técnico. Colores deslumbrantes, animación de calidad y una acción que no da tregua. Lo único que resta serían las menciones a cosas que se explican en el juego y que pueden causar confusión (ciberpunk, ciberpsicosis, fixer, medicamentos y carrera tecnológica entre compañías), pero que no afectan en nada el desarrollo de la trama ni de los eventos.

Cyberpunk: Edgerunners es un anime con un buen final y un mejor relato. Es otra obra maestra producida por Trigger y la imagen de un futuro agobiante que puede ser más certero de lo que pensamos. Otro éxito que llega a las pantallas de todo el mundo de la mano de Netflix y que puede ser la respuesta para quienes quieran seguir la fórmula de hacer una serie basada en un videojuego: aprovechen el contenido y háganlo. 

Cyberpunk: Edgerunners (2022)

Studio Trigger / Netflix

5.0/5

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