El Aro 4: la maldición evoluciona, el buen gusto no

Hay pocas frases en la historia del cine que estén tan acuñadas como el “Siete días” después de ver una cinta de VHS con Sadako (Samara en occidente) saliendo desde el fondo de un pozo. El Aro o Ringu en su nombre original es una de las franquicias más taquilleras de la historia y una que siempre sorprende con algún giro en sus historias. Es una saga basada en una novela escrita por Koji Suzuki que ha tenido más de 15 proyectos audiovisuales en Japón y un reboot de 3 películas en Hollywood.

Ya se tenía pleno conocimiento de la trama que envuelve a las películas norteamericanas que siguen un mismo hilo. Ahora, quebrando lo establecido, se presenta esta nueva película como una secuela directa de El Aro 3 pese a que no comparten ninguna similitud. Sadako DX, como es conocida la cinta en Japón, es un proyecto que ya ha deformado la presencia de Sadako en su propio universo cinematográfico. Similar a lo que ocurrió con Viernes 13 en donde llega un momento en que Jason pasa a cazar a sus víctimas en el espacio. En esta ocasión Sadako no es solamente una maldición, también es una leyenda urbana que vale la pena compartir por redes sociales porque, claro, es la moda.

Esta nueva parte del universo de Sadako nos presenta a Ayaka Ichijo como la protagonista de un enfrentamiento entre ciencia vs espiritualidad. Ayako, una mujer con un CI de 200 es invitada a un programa de televisión en donde un monje espiritista asegura que hay cosas que la ciencia no puede explicar. Sale a discusión la cinta maldita de Sadako y la maldición que dice matar a quién ve el video después de 7 días, pero algo ha cambiado. La maldición está cobrando víctimas luego de 24 horas e instan a Ayaka a resolver este misterio usando la lógica y la ciencia para evitar más muertes. 

Hay que dejar en claro que este filme no es una película de terror. Quizás intenta plantear algo de suspenso con sus enfoques o trata de causar una sensación de miedo con sus gritos, pero no tiene absolutamente nada de terror.

Es más un thriller de detectives apoyado por un guion que es más cercano a una comedia. No es que desarrollen diálogos y escenas pensando en el chiste, es solo que hay situaciones que son derechamente sacadas de algún meme o copia de algún gesto de anime que logra quitarle toda la tensión al momento para transformarlo en una risa. En Japón puede ser una más de sus extravagantes formas de contar una historia, pero no se recibe de la misma forma en otras partes del mundo.

No hay suspenso ni sensación de peligro o angustia. Todo está anunciado según la escena, casi como si lo hicieran adrede para hacer que sea una película más pasajera, más alejada del terror y amigable para todo tipo de público. 

Los gritos repentinos o miradas desde la oscuridad fueron reemplazados por debates en donde se ve el ingenio de los protagonistas. Lo que permite que cualquier persona pueda disfrutar de este trabajo realizado por Kadokawa Pictures. 

Vale la pena destacar las ganas de querer innovar en una trama que se ha mantenido repetitiva a lo lago de los años. Quieren acercar la maldición a un público más joven utilizando la cinta maldita como un mito urbano que siempre genera curiosidad entre las personas. Además, utilizan algo contemporáneo como las redes sociales y los desafíos de internet como herramienta para avanzar en la trama, algo que ya es bastante alejado del VHS que conocimos en el estreno de la saga. 

Se agradece que, sabiendo que la trama es débil, se encarguen de que por lo menos sea una película entretenida. Con actuaciones de bajísimo nivel y un personaje en particular que genera un rechazo tal que dan ganas de meterse a la pantalla para golpearlo, pero entretenida.

Ayaka es una mujer que experimenta todo en un “prueba y error” para comprobar que está en lo correcto, razón por la que la comunidad japonesa acepta que ella sea la encargada de desmentir la maldición de Sadako. Además de eso, es una persona extremadamente atenta a los detalles. Una especie de Detective Conan que puede adivinar el día de una persona solo con una pista. Pero al mismo tiempo se ve como algo negativo el que no le dé mayor uso a esta cualidad suya. Quizás podría haberse notado más teniendo un filme de mayor duración, pero con solo una hora y media de pantalla hay que avanzar rápido y sin tiempo para grandes cuestionamientos ni misterios. 

Es cierto que existe una lucha entre mito y ciencia, pero esto se lee más espectacular de lo que es. En la realidad es más que nada buscar algo que pueda encajar con la teoría que plantean más que una búsqueda de la verdad. Y digamos que esta verdad no es tan fantástica una vez que se descubre. 

No hay un mayor uso de efectos especiales, no se observan personajes carismáticos y la verdad es que todo lo que ocurre en la película es tan pasajero como lo muestran los mismos protagonistas, quienes nunca le dan la relevancia necesaria al hecho de enfrentarse contra un espíritu maligno. 

No ocurre mucho más, además de innovar con vestuarios exuberantes. No es una película que se quedará en la memoria de quienes siguen la franquicia, pero sí una que significa un paso más en el extenso universo creado en el cine japonés. Lamentablemente, la expectación que puede causar en oriente, no es la misma que se puede esperar en este lado del mundo.

El Aro 4 (2023)

Hisashi Kimura

1.5/5

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