Marvel continúa con su Universo Cinematográfico andando y sin ninguna intención a la vista parar la fábrica de productos comercialmente exitosos. Repitiendo una fórmula que funcionó en el pasado, ficharon a la ganadora del Oscar Chloe Zhao (antes de ganar el Oscar, para ser justos) y le entregaron la dirección de “Eternals”, una película que como adelanto el showrunner supremo de Marvel, Kevin Feige, sería una entrega fundamental en el futuro del MCU.
Con un elenco de lujo, quizás el más rimbombante en una película inaugural de todo Marvel Studios, “Eternals” nos cuenta la historia de un grupo de héroes y heroínas que llegaron a la Tierra cuando el humano apenas daba sus primeros pasos, protegiendo a la humanidad a lo largo de toda su historia de los llamados “Desviantes”. Así, pese a estar presentes en el planeta, tenían la instrucción de no intervenir en los conflictos humanos y su presencia pasó prácticamente inadvertida en las últimas décadas.
Como dijimos, el elenco es de lujo, liderado por Richard Madden, Angelina Jolie, Gemma Chan, Salma Hayek, Barry Keoghan, Kumail Nanjiani, entre varias otras estrellas actuales. Y pese a la estelaridad del casting y a la omnipotencia propia de sus superpoderes, Chloe Zhao logra construir a un grupo de personajes bastante “humanos” y de sensibilidades muy presentes. En lugar de ser seres mágicos carentes de emociones, la película se enfoca particularmente en los conflictos internos de los personajes principales, algo un poco inesperado que funciona bien en líneas generales.
Sin embargo, “Eternals” posee dos problemas importantes de los que es imposible escapar. El primero es una decisión de montaje irregular, que nos lleva constantemente al pasado mediante flashbacks que aparecen de manera poco orgánica y van mermando la dinámica del relato, cortando incluso algunos momentos intensos por la necesidad de retroceder 1500 años y así explicarle al espectador que cierto conflicto no es algo nuevo para los personajes. Este problema se conecta con el segundo que queríamos mencionar, que tiene que ver con la duración de la película. Claro, es una historia de origen de un grupo de varios integrantes que necesitan tiempo en pantalla para desarrollarse. Y lamentablemente, solo llegamos a conocer realmente a un par de los Eternals mediante repetitivos y atolondrados flashbacks, mientras que otros miembros del grupo carecen de un arco dramático que justifique las 2 horas con 30 minutos metraje.
Dicho lo anterior, “Eternals” funciona bastante bien cuando decide darle rienda suelta a sus personajes más interesantes. Las escenas de acción están bien logradas, especialmente cuando vemos a “Thena” (Angelina Jolie) o a Ikaris (Richard Madden) desplegando todo el potencial de los poderes de sus personajes. Los villanos no resaltan en lo particular, pero bueno, esto es algo que ha sucedido en prácticamente todo el MCU, y acá realmente el conflicto real está dentro del propio grupo y sus diferencias de lo que creen correcto.
En cuanto al futuro, la película logra sembrar las suficientes semillas para hacernos creer que aquí hay todo un universo nuevo para ser desarrollado, pero sin caer en la triste práctica de otras entregas Marvel de convertir la trama en un trailer que anuncia cosas que sucederán en otras películas. “Eternals” logra ser su propia historia, con aciertos y errores, y probablemente marcara una nueva ruta para lo que viene próximamente en el MCU.