Una banda criminal, una familia disfuncional, un secuestro, una venganza y un ritual espiritual poco ortodoxo. Es lo que impulsa la trama de la nueva miniserie policial de HBO Max, Full Circle (Círculo Cerrado).
Ed Solomon vuelve a trabajar junto a Steven Soderbergh creando un guion y una historia atractiva para que el director de Ocean’s Eleven, Traffic y No Sudden Move haga su magia. Una asociación que ya ha tenido éxito en la pantalla chica con Mosaic, otro relato sobre un crimen de múltiples aristas, y que ahora busca potenciar el drama de un secuestro que sale mal.
La historia inicia con el asesinato de un miembro de una banda criminal Guyanesa liderada por la Señora Mahabir (CCH Pounder). A modo de represalia, ordena a sus hombres que secuestren al hijo de una familia adinerada con el fin de utilizarlo en una ceremonia que debería equilibrar todo lo sucedido con las muertes y disputas de territorio entre mafias. Poco podían anticipar que el secuestro sería un fracaso que golpearía a todos los involucrados de maneras que nunca pensaron.
A simple vista, la familia de la víctima no tiene conexión alguna con los Guyaneses ni sus negocios, pero eh ahí el significado del nombre de la serie. Los caminos de sus protagonistas se unen de una u otra forma, ya sean por temas del pasado o por lo que depara el futuro para cada uno de ellos. Son personas que no tienen relación aparente, pero que conforman un círculo cerrado de tráfico de influencias.
Es una serie con un claro toque cinematográfico que tiene a Soderbergh sacándole provecho a todos los cuadros para dar una apariencia de película más que de una miniserie. De hecho, el mismo esquema del show invita a pensar que el proyecto pudo haber sido un filme más que un programa semanal debido a lo lineal de su trama y falta de ramificaciones importantes.
Es sumamente atractivo ver cómo la historia se desarrolla de manera ágil y juntando todas las visiones de los distintos personajes dentro de un mismo caso. El cómo reaccionan ante el evento es lo que deriva en misterios que se van descubriendo con el tiempo.
Claro que el que sea una serie empujada casi por completo por la trama provoca ciertos descuidos. Lo principal es que no se le da el tiempo suficiente a los personajes para que los lleguemos a conocer y podamos ver su desarrollo. Todo pasa de forma rápida y las personas solo pasan a ser parte del círculo que rodea el secuestro.
El segundo punto es que se desaprovecha un elenco repleto de talento. El que tiene al Chef Jeff (Dennis Quaid) como un personaje secundario con pocos diálogos, a la Agente del Servicio Postal, Harmony (Zazie Beetz), como otro personaje de una mujer impulsiva, de carácter fuerte y de compleja situación sentimental interpretada por esta actriz o al sobrino de Mahabir, Aked (Jharrel Jerome), que en un solo episodio pasa de ser una piedra angular en la trama a ser un extra al que se le resta importancia.
Además, la serie es un tanto confusa debido a todas las aristas y personajes que introducen sin tener una conexión aparente. El espectador logra entender lo que ocurre en un momento en específico, pero no en el mismo episodio, sino después. Eso le quita algo de dinamismo a una serie que se potencia por su historia. Uno intenta apoyarse en los actores para entender los puntos importantes que conecten la trama, pero nos encontramos con que los mismos protagonistas repiten constantemente que no saben qué está pasando y piden consejos sobre cómo actuar. Tiene sentido ya que es una familia desesperada con un misterio de por medio, pero incluso los “villanos” de los acontecimientos están perdidos dentro de lo que están haciendo, lo que provoca que no sepamos cuándo está ocurriendo algo realmente importante.
También hay que ser justos y decir que esta confusión por parte de los personajes sirve para que no se descarte la culpabilidad de nadie. Todos son sospechosos dentro del caso, solo tenemos que averiguar qué fue lo que hicieron y a quién perjudicaron.
A la fecha, Full Circle ha estrenado 2 de los 6 episodios que la conforman con 2 nuevos estrenos cada semana. Puede que no alcance a ser una miniserie memorable, pero sin lugar a dudas es una que mantiene una alta calidad acorde a los estándares de HBO.