Hustle: la visión honesta de un fanático de la NBA

“La obsesión siempre le gana al talento. Tienes todo el talento del mundo, pero ¿estás obsesionado?” Son las palabras que nos permiten adentrarnos en la mente de Stanley Sugerman (Adam Sandler) y su obsesión por el basquetbol que toma el rol protagónico en esta película.

La cinta tiene como protagonista a Stanley, un ojeador de jugadores que trabaja para los Philadephia 76ers en la búsqueda incesante por encontrar a la próxima estrella de la NBA. En uno de sus viajes encuentra a Bo Cruz (Juancho Hernangómez), un jugador callejero que aparenta tener el talento necesario para llegar a la cima de la liga. Pero su pasado lo persigue y afecta su posible ingreso a algún equipo. Será misión de Stanley el apadrinarlo, entrenarlo y forjarlo como un jugador profesional para la liga de baloncesto más importante del mundo.

“Amo este juego. Vivo este juego”

Hustle no es solo una película sobre basquetbol. Es una imagen desde el interior de la NBA contada por sus protagonistas. En su desarrollo podemos conocer todo el proceso de selección por el que pasan los jugadores y el lío burocrático que se genera a la hora de elegir a la próxima cara de una franquicia.

Y no hay mejor forma de contar estos hechos que llamando a gente que sabe sobre el proceso para que aparezcan en pantalla. Para nadie es una sorpresa que Bo Cruz es un jugador real que actualmente integra la plantilla del Utah Jazz. Pero también hay que agregar a gente como Kenny Smith, presentador de TV y ex jugador que interpreta el papel de un agente de la NBA. Anthony Edwards, jugador y estrella de los Timberwolves de Minnesota en el papel de Kermit Wilts, rival de Cruz en su camino a llegar a liga, entre otros personajes del mundo de la NBA que participan como actores o haciendo cameos de ellos mismos que sorprenden a todo conocedor del basquetbol norteamericano.

Lo mismo podríamos decir de Adam Sandler. Un fanático de toda la vida del basquetbol que en esta ocasión interpreta un sueño de él mismo, el de pertenecer a la NBA. Y es que Sandler es visto ocasionalmente jugando en canchas de barrio, gimnasios o eventos con jugadores actuales o retirados de la liga. Tal como dice su personaje, es un obsesionado por este deporte que de hecho es bastante bueno considerando que es un adulto de 55 años.

https://youtu.be/j7X9engfpkM 

El resultado de juntar a toda esta gente en pantalla es que tienes una cinta honesta. Con gente que de verdad sabe qué papel están interpretando, que saben cómo funciona la liga y que agregan una cercanía especial con el espectador que ve sus rostros todas semanas en partidos y RRSS asociadas a la NBA.

El sueño del Draft

Dentro de la NBA está el sistema del Draft. Es un proceso en el cual los equipos pueden elegir a un jugador joven proveniente de universidades, escuelas, ligas afiliadas a la liga o extranjeros que cumplan ciertos requisitos. 

No es la primera película que trabaja el tema de llegar a un equipo profesional, pero sí es un filme que se enfoca en el camino que todo jugador joven debe recorrer para llegar a la liga. Entrenamientos a puertas cerradas, pruebas físicas, la entrada al Combine de la NBA y la forma en que los agentes se deciden entre un jugador u otro. No presentan ninguna fantasía, solo lo que ocurre en verdad. 

En ese sentido es positivo que la historia la cuenten personas ligadas al basquetbol. Esto debido a que no es un gran relato, no es una trama que de vueltas y que te sorprenda con algo novedoso, pero sí una en donde pueden sacar provecho del mismo juego para desarrollar un personaje.

La mayor ventaja narrativa es que gran parte de los eventos se cuentan dentro de la cancha o un gimnasio. En donde los jugadores reales pueden brillar y la trama se cuenta por sí sola y sin necesidad de entregarles un guion en donde tengan que actuar más de lo necesario.

Adam Sandler encarna muy bien el personaje de un aficionado de este deporte porque lo es, pero lamentablemente no puede sacarse el estigma de personaje cómico y hay momentos en que la seriedad se va al tacho de la basura debido a su tono de voz. Pero también es cierto que aprovechan esa característica del actor para hacer de Stanley un personaje más cercano y humano, algo que el oriundo de Brooklyn interpreta perfectamente. 

Puede que Hustle no sea la gran película de basquetbol ni el punto de partida para un premio Óscar, pero sí es una que destaca por su realismo y que, como nunca, aprovecha de verdad la presencia de jugadores reales para su desarrollo. Es el sueño del Draft contado desde dentro de la liga y por sus protagonistas, no se puede ser más cercano que eso.  

Hustle (2022)

Netflix

3.5/5

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