Yo creo que cualquier persona estaría de acuerdo en que no todas las películas están hechas para ganar el Oscar o ser presentadas en Cannes. Muchas veces nos llegan producciones que tienen como fin máximo la entretención, ofrecer una experiencia divertida y grata para un público que desde fines de los 70s es cada vez más numeroso. En ese sentido, “La Guerra del Mañana” es una película que parece sacada de los 90’s, con una trama apocalíptica que da un poco lo mismo porque resulta efectiva para justificar una serie de escenas de acción, criaturas monstruosas y la presencia de un héroe encargado de salvar el día.
Esta película nos intrigaba por dos razones: La primera claramente es la presencia de J.K. Simmons en el reparto, pues sabemos que el actor ganador del Oscar escoge sus papeles con pinzas. Lo segundo es el debut en un live action como director de Chris Mckay, quien co-dirigiera “The Lego Movie” y además es un colaborador habitual de la exitosa dupla de Phil Lord y Chris Miller. La trama es simple: unos viajeros llegan desde el año 2051 para dar un mensaje: en 30 años la humanidad tendrá perdida la guerra contra una raza alienígena y hay que ir ahora a ayudar a la humanidad del futuro a enfrentar esta amenaza.
Como dijimos, si la trama es un poco ridícula da absolutamente lo mismo si se llega a pasar un buen rato, palomitero y disfrutable al máximo. Lamentablemente, “La Guerra del Mañana” rasguña a ratos esa máxima, aunque se queda en el camino por una serie de decisiones muy cuestionables y que lamentablemente son cada vez más comunes en los blocksbusters de estos tiempos.
Pero partamos por lo positivo, porque aquí tampoco estamos ante un desastre infumable como otras cintas del género sci-fi de humanos vs alienígenas, como la secuela de “El Día de la Independencia” o la aburridísima “After Earth” de Will Smith. No, acá hay algunos disfrutes y están principalmente asociados a la acción y misterio del segundo acto. Las criaturas extraterrestres del futuro se llaman “puas blancas” y lo cierto es que su primer “ataque” en pantalla es un goce de principio a fin. Chris Mckay fue bastante inteligente al esconder el aspecto de las criaturas no solo a nuestros ojos, sino también al de los personajes, lo que genera una vibra atemorizante muy bien utilizada. El diseño de los monstruos es interesante aunque debemos decir que se nota demasiado la digitalización en varias de las secuencias.
Por otro lado, al guion juega bastante al misterio con varios aspectos, manteniéndonos en la oscuridad en cuanto a la información de cómo funciona este mundo y de qué manera ocurrió la invasión extraterrestre, lo que permite que agradezcamos los momentos de “información” que llegan más adelante.
Y bueno, se nos acabaron rapidito las cosas positivas de decir de “La Guerra del Mañana”, porque de aquí en más solo tenemos quejas y sensaciones encontradas. Insistimos, esto no es un completo desastre y probablemente muchas personas encuentren el disfrute palomitero del que hablábamos, pero no podemos dejar de sentirnos frustrados con esta película. El concepto es interesante y daba para algo mucho mejor que el resultado que obtuvimos en pantalla. Sin embargo, el gran problema de esta película es que toda su narrativa se construye en función de un tono comedia-acción que no junta ni pega con el elemento sci-fi y misterio que predominan en muchas de las secuencias. Este balance, que películas como “Edge of Tomorrow” logran a la perfección, en ningún momento aparece, y lamentablemente los tonos en conflicto nos sacan constantemente de la experiencia.
Chris Pratt en el rol protagónico ofrece más dudas que certezas, siendo incapaz de transmitir emociones complejas. Claro, en todo lo relacionado a la comedia y la acción aparecen sus virtudes, pero el guion le exige momentos dramáticos que nunca terminan por funcionar en la interpretación del actor. Esto genera que ya avanzado el metraje, que dicho sea de paso tiene una injustificadísima extensión de 2 horas con 20 minutos, empieza a dar todo lo mismo y en las escenas “emotivas” pasan sin pena ni gloria, porque uno ya simplemente quiere que vuelvan a aparecer los púas blancas a masacrar gente, que es a lo que vinimos, no digan que no. Y ya que estamos hablando del guion, es imposible no señalar que a ratos los diálogos son dinámicos, impulsadores de la trama y con chistes cortos, funcionales, aunque en otros momentos se vuelven sosos, carentes de cualquier inspiración y con algunos clichés de esos que uno adivina lo que el personaje está a punto de decir.
No vamos a entrar en spoilers para no arruinarle la experiencia a nadie, pero ya en el tercer acto la película abandona cualquier atisbo de ofrecer una trama coherente. Existe toda una subtrama relacionada a la ciencia, que incluye al protagonista y a sus compañeros, y por lo mismo algunas de las maneras en las que se obtiene información relevante para llevarnos al “enfrentamiento final” es sencillamente insultante. Entendemos que Mckay es un director que ha trabajado en comedia y probablemente quiso solucionar algunos conflictos de manera “chistosa”, lo que no funciona en absoluto y termina arruinando el poquito interés dramático que uno conservaba por esta historia llegando a su desenlace.
Quizás “La Guerra del Mañana” se beneficie en el hecho de haber sido estrenada directamente al streaming (está disponible en Amazon Prime Video), porque uno puede ponerle pausa un rato, hacerse un café y retomarla y no pasa nada, porque insistimos en que la película no justifica sus 140 minutos de duración. Tiene cosas disfrutables, algunas secuencias de acción bien hechitas y algunos chistes que aterrizan donde deben. Pero en líneas generales, el debut de Chris Mckay es decepcionante, precisamente porque lo hemos visto entregar resultados muchísimo más satisfactorios que esto.