Los anime (Donghua) producidos en China ya son una realidad. Puede que no exista mayor promoción sobre estos, principalmente por falta de licencias en las plataformas, o que sean vistos como un producto inferior al no ser creado en Japón, pero existen y podemos ver ejemplos de trabajos bien evaluados como lo son La Vida Diaria del Rey Inmortal o The King’s Avatar.
En abril de este año, Masao Maruyama, fundador de los estudios Madhouse y MAPPA, mencionó en una entrevista que China podría llegar a controlar la industria del anime debido a los bajos costos de producción en ese país, a las condiciones laborales y mejores salarios con respecto a Japón y a la poca innovación en cuanto a historias en tierras niponas, en donde todo parece ser una copia de algo visto recientemente.
Para Maruyama, la única razón por la que China no domina la industria es debido a las limitaciones que viven las productoras en cuanto a libertad de expresión. ¿Qué pasaría entonces si esas restricciones sociales dejaran de ser un tema?
Link Click (Shiguan Dailiren en su idioma original) es una serie estrenada en 2021 que a la fecha está en medio de su segunda temporada debido a la buena recepción que tuvo. Es una obra original animada por Studio LAN con el apoyo de Crunchyroll, que tiene los derechos de streming, y Bilibili, compañía china encargada de almacenar y distribuir comics, animaciones y juegos.
Presenta la vida de Cheng Xiaoshi y Lu Guang, dúo que trabaja en un estudio fotográfico, pero que recibe clientes que buscan más que revelar una fotografía. Este par tiene la habilidad de viajar a través del tiempo con la ayuda de fotos que los sitúen en un lugar en específico. Se transportan a la época en donde se capturó la imagen, usan el cuerpo de quién tomó la foto y lo utilizan para encontrar pistas que los ayuden para completar el pedido.
Estos encargos varían según la persona que lo pida. Pueden ir entre investigar información sensible, comunicar un mensaje por parte del cliente o buscar a una persona cuyo paradero se desconoce. Pueden hacer cualquier misión siempre y cuando se cumplan unas condiciones: deben tener una imagen a mano y lo que buscan debe estar dentro de un lapsus de 12 horas desde el momento en que se tomó la fotografía. Solo pueden usar las fotos una vez, por lo que no pueden fallar.
Al mismo tiempo, estos deciden seguir algunas reglas para no generar un caos en el presente. No pueden cambiar nada del pasado, deben comportarse de la misma forma que la persona que están utilizando y no pueden preguntar sobre el futuro de los clientes. Este último punto es el que termina siendo vital en el desarrollo de la serie.
Es un anime que despierta emociones y que no pierde el tiempo explicando cosas de manera tediosa, en vez de eso, permite que el espectador pueda interpretar las distintas habilidades e historias de sus protagonistas con información que se va revelando con el pasar de los episodios.
Cada misión presenta personajes distintos y la serie se encarga de generar una conexión con estas personas a pesar de tener solo 20 minutos para trabajar el caso (en ocasiones son varios episodios, pero la magia es la misma).
Los recuerdos más claros son a partir de los momentos que más marcaron a una persona y este anime explora esas situaciones para hacer que el espectador se sienta parte de la historia de sus clientes. Ya sea para bien o para mal.
Se genera una sensación de urgencia en donde quieres que el protagonista, Cheng Xiaoshi, cambie el futuro de las personas pese a que hacerlo es la peor decisión. Trabajan esa dualidad constantemente, las ganas de querer mejorar la vida de alguien peleando con la responsabilidad de seguir al pie de la letra la línea de trabajo.
Los episodios muestran un contenido de altísima calidad. No es solo que los personajes sean carismáticos o que los casos presentados estén llenos de misterio. Va más allá y se preocupa de generar una conexión entre obra y espectador. Es difícil encontrar un episodio que no pase volando o una historia que no deje un nudo en la garganta debido a algún giro inesperado. Siempre hay una sorpresa esperando a ser revelada.
Mientras China demuestra ser un país con restricciones y una sociedad que aun no se mueve con la suficiente libertad artística, este anime muestra lo contrario. Se atreve a crear, a jugar con unos planos de pinturas en óleo que se mezclan con una animación 2D que cumple a la perfección. Se da el tiempo de explicar los sentimientos humanos e incluso se permite el jugar con la imagen del homosexualismo en sus episodios. No le da miedo lo explorar tabúes en medio de una trama repleta de entretenimiento. Puede que no sea la mejor expresión de animación si se compara con producciones modernas, pero en cuánto a contenido es superior a muchos.
No es la primera vez que vemos un anime de viajes en el tiempo. De hecho, el mecanismo para sus saltos temporales recuerda mucho a lo que es Tokyo Revengers, pero ejecutado de una forma orgánica que, pese a no tener una explicación del origen las habilidades, permite inferir que estos serán detallados en futuros episodios o temporadas.
La primera temporada sirve como una especie de prologo para una trama de mayor importancia que comienza a desarrollarse en la segunda. Se establecen las bases y se menciona lo suficiente sobre los personajes como para que podamos anticipar qué misión es la siguiente en carpeta.
Lo mejor es que la calidad de su segunda temporada, con 6 episodios estrenados a la fecha, es superior a lo que habíamos visto. Juegan con las luces, animan secuencias de acción continúa y el OST parece estar potenciado. Es una producción que solo ha mejorado y que no parece tener techo.
Puede que Masao Maruyama esté en lo cierto con sus predicciones del futuro de la industria del anime en China. Y si el gigante asiático quiere incrementar su presencia en el mundo de la animación, Link Click es un excelente punto de partida.