Oshi no Ko: la luz y la oscuridad de una mentira

“Las mentiras son amor”, es la frase célebre de un anime que toma esta afirmación y la trabaja a la perfección desde el primer minuto, exponiendo una realidad pocas veces mencionada en el mundo del espectáculo. 

En relación a este proyecto teníamos información, imágenes y material audiovisual, pero de alguna forma, todo lo que se sabía de Oshi no Ko era una mentira. La familia feliz dentro del mundo del espectáculo, la Idol que enfrenta con entusiasmo los desafíos de la vida y el slice of life sobre maternidad con tintes de comedia que vimos en el trailer promocional. Nada es lo que parecía y gracias a eso vemos la primera muestra de “amor” por parte de productores y directores que querían mantener vivo el impacto de las sorpresas.

De antemano llamaba la atención que el primer episodio de este anime fuese un especial de 90 minutos. Se sumaba a esa alerta el que los lectores de manga esperaran con tanto entusiasmo esta adaptación pese a que la producción no hizo mayor esfuerzo en la promoción. Luego vino el estreno y la noticia de que el proyecto alcanzaba el primer lugar en las listas de MyAnimeList. Algo ocurría con Oshi no Ko y nadie estaba preparado para el brutal inicio de esta historia.

Para poner un poco de contexto, el anime acompaña a Ai Hoshino, una Idol de 16 años que está embarazada y que, a razón de eso, viaja a una localidad rural de Japón para poder dar a luz sin que la molesten los paparazzi de Tokio. Es sabido que el trabajo de una Idol basa su éxito en la imagen de inocencia que muestren a su público, por lo que tener un hijo a esa edad es catastrófico para la cantante y para la agencia que la representa. El médico que la atiende es Goro Amemiya, un fanático de Ai que empezó a seguir su música gracias a la influencia de una paciente suya. Goro acepta el reto de preparar físicamente a la Idol para que sea una madre bajo un total hermetismo y sin que nadie pueda descubrir lo que sucede en ese hospital. Hay más elementos que se suman a esta trama, pero agregar algo más sería arruinar la sorpresa y la voluntad de los directores. Además, a nadie le agradan los spoiler.

Oshi no Ko es un anime que nos introduce al mundo del entretenimiento en Japón. Explican en qué se basa el éxito de una cantante o actor, las dificultades que ven en su camino al éxito y las muchas variables que explican el fracaso de alguna celebridad.

No es el primer anime que presenta estas temáticas, pero pocas veces se ha visto una narrativa que esté tan apegada a la realidad. La vida de una Idol, tal como dice Ai Hoshino, es un festival de mentiras. Palabras bonitas, cuerpos perfectos y una alegría que debe llegar a los corazones de los fanáticos independiente de los sentimientos de las intérpretes. Es una forma de alegrar al público y hacerlos sentir importantes y es justamente esa la razón que motiva a Ai. La oportunidad de entregar amor y, quizás, ser amada.

Pero también viene de la mano con el dolor que causa el mentir en cada momento de su vida. El sonreír pese al dolor que puede estar sintiendo, bailar en escenarios pequeños con la esperanza de que todo mejore y llegar a cuestionarse si es que sus mismas emociones son reales o solo una extensión de su propia farsa. 

También se ve el ángulo desde la mirada del fanático, quien recibe ese amor como si fuese algo natural que lo acompaña en todo momento y que peligrosamente puede llegar a generar una dependencia hacia el artista. Ya se han visto casos reales en donde, por ejemplo, una actriz de voz debe ocultar que tiene una pareja o de lo contrario es tachada de “traidora” por quienes creían ser especiales para ella. También hay situaciones emblemáticas en donde una infidelidad acaba con la carrera del artista pese a que no tenga relación alguna, como ocurrió con Tatsuhisa Suzuki, actor de voz de Draken (Tokyo Revengers), que le fue infiel a su esposa, la cantante LiSA, y fue despedido de todos sus proyectos. La cultura asiática no funciona muy bien a la hora de separar ficción y realidad.

Oshi no Ko es un insider que muestra lo difícil que es surgir en el mundo del espectáculo y televisión. En donde puedes tener todo el talento del mundo, pero no importa si es que los números son rojos o si es que la productora decide vender otra imagen al público. Y ojo que esa es solo una arista más de una historia que plantea la idea de una venganza como su motor principal.

Las mentiras de una Idol pueden hacer soñar a quienes la miran. Es un mensaje de amor, de cariño, de que hay una figura feliz que quiere lo mejor para todos. Puede ser una farsa basada en habilidades y belleza innata, pero significa un mundo para otros. Es por lo mismo que es una actividad tan lucrativa y tan intensa. Tan intensa que puede llevar a la locura a los más fanáticos. 

Eso es lo que expone la obra creada por Aka akasaka, autor de Kaguya Sama: Love is War. Un mundo de luces que se sume en la oscuridad, una imagen inocente que oculta la venganza más despiadada y una historia de altos y bajos que no hace más que tomar la temporada de anime por las astas para zamarrearla con violencia. Es más, el video oficial del opening (YOASOBI) ya superó las 20 millones de reproducciones en menos de una semana, en lo que es una muestra más del fenómeno global que ha aparecido en pantalla. 

Es una historia de amor y de odio, de talento y esfuerzo, de risas y tristeza. Que se preparen los futuros proyectos, Oshi no Ko ha plasmado su nombre con furia y promete ser uno de los anime más comentados del año. Además, tiene la ventaja de que su primer episodio funciona como una película, por lo que se puede disfrutar sin tener que comprometerse con el resto de la temporada. 

Oshi no Ko (2023)

Estudio Doga Kobo

5.0/5

Relacionados

Menú