Disney continúa la dilatada travesía de convertir todos y cada uno de sus clásicos animados en películas live action. Algunos proyectos han funcionado de buena forma, especialmente en la recepción del público, pero al mismo tiempo al estudio le ha costado trabajo encantar a la crítica especializada. Quizás por lo mismo, algunos de los últimos títulos en pasar al formato de acción real han apuntado a llegar directamente al servicio de streaming Disney+, como una respuesta a la crisis del Covid 19 (aunque a estas alturas más parece ser una decisión tomada para bajar las expectativas de este tipo de películas).
Lo curioso es que la adaptación es una producción de primer nivel. El legendario Robert Zemeckis en la dirección, Tom Hanks en el papel de Gepetto, Joseph Gordon Levitt en la voz de Pepito Grillo, Cynthia Erivo como el Hada Azul y Alan Silvestri a cargo de la banda sonora. Y en pantalla se nota, porque “Pinocho” posee efectos visuales del más alto estándar, con un cuidado diseño de personajes y ambientaciones de locaciones completas animadas en su totalidad por computadora. El mismo Pinocho en 100% digital y se funde a la perfección con los ambientes reales que plasma la película en pantalla.
En líneas generales, Zemeckis plantea una adaptación bastante fidedigna a la película original de 1940, con algunos cambios menores en el desarrollo. Quizás el más relevante es la participación del personaje original Fabiana, una niña que sueña con ser bailarina que trabaja para el malvado Strombolí en el circo ambulante. La inclusión de este personaje funciona, ya que siembra algunas luces de esperanza en las personas para Pinocho hasta en los peores momentos y le quita un poco la oscuridad que tiene la cinta animada en ese sentido.
Bueno, pero una vez más tenemos que reconocer que el gran punto alto de la película es Tom Hanks, con una gran personificación de Gepetto. No solo funciona en todas las escenas en las que participa (es una locura pensar que el tipo está actuando solo en medio de este festival de CGI y aún así logra transmitir como nadie), sino que además agrega nuevos elementos al personaje que actualizan de buena forma al público de hoy.
Quizás lo más criticable de esta película, y en general de este tipo de adaptaciones, es que ofrece muy poco contenido original, y se dedica casi en su totalidad a ser un live action de los principales beats de la cinta animada. ¿Esto es realmente algo malo? Depende, pues claramente Disney no está buscando elevar estos metrajes a lo más alto de su catálogo, considerando que incluso se desechó la idea de presentarla en cines. Zemeckis se enfoca en adaptar este clásico para el público infantil del siglo XXI y en ese sentido termina triunfando.
De más está decir que la música es increíble, con excelentes interpretaciones de las canciones originales y un par de nuevas adiciones que Silvestri se encarga elevar.
Como adaptación de la cinta animada, “Pinocho” cumple con el objetivo, y sin duda será un buen rato para el público más joven.