Lo primero es señalar que en una industria Hollywoodense donde casi todo es una franquicia, secuela, precuela o reboot, siempre es gratificante darle play a una cinta que es 100% original. “Raya y el último dragón” es la nueva película animada de Disney, que agradablemente no está basada en ningún libro, ni historia corta ni otra película existente. Es un contenido totalmente nuevo, fruto de un trabajo de 4 años de Adele Lim en el guion y Don Hall junto a Carlos López Estrada en la dirección.
Básicamente, “Raya y el último dragón” nos cuenta la historia de un mundo fraccionado en 5 países que alguna vez fueron una sola nación llamada Kumandra, que estaba protegida por el poder de unos dragones mágicos que vivían en armonía junto a los humanos. La llegada de los Druun, seres malignos que convierten a cualquiera en piedra si los tocan, desató el caos y Kumandra se vio dividida en las 5 naciones actuales. Raya, una joven guerrera del país Corazón, se encuentra en la búsqueda de la última dragona viva, para intentar restaurar lo que alguna vez fuera su próspera nación.
Simple y claro: la película es fantástica, de principio a fin, y casi de cualquier punto de vista posible. Tal y como se ha demostrado en otras producciones como “Moana” o “Frozen”, Disney Animation Studio ha alcanzado una calidad de animación que fácilmente puede rivalizar con Pixar, con un nivel de detalle tan acabado que a ratos se siente foto realista en sus paisajes, secuencias y texturas. El uso de los colores fuertes y vivos fluye con las diferentes culturas y escenarios que presenta la película, entregando una experiencia visual que sin duda es alucinante y nos hace lamentar no poder ver esta película en los cines. El nivel de creación de mundos y diseño de personajes es de primer nivel, y hace mucho rato no veíamos en el cine animado de Disney algo de tanta complejidad narrativa.
La historia es otro punto altísimo y no simplemente por ser original, sino porque se las ingenia para explorar algunos temas, que si bien ya hemos visto en otras historias animadas, se sienten contemporáneos y muy relevantes para el mundo de hoy. Hay un mensaje explícito de interculturalidad, de aceptar al otro por quién es y no juzgar a nadie por su aspecto e incluso por los errores que ha cometido en el pasado. Raya es una mujer independiente, asediada por la culpa y que vive sin poder confiar en nadie más que en sí misma. Sin embargo, la aventura y las personas que conocerá en su búsqueda por restaurar la antigua Kumandra, la llevarán a enfrentar sus propias convicciones y formas de ver el mundo, especialmente cuando entra en conflicto con un personaje clave de la historia que tiene creencias muy distintas a las suyas.
Mencionamos la interculturalidad y esto no es algo que la película se limite a mencionar de manera panfletaria. “Raya y el último dragón” rebosa de elementos y referencias a diferentes etnias, culturas, países y lugares de nuestro mundo, sin hacer referencia directa a ningún lugar específico. Toda esta temática podría parecer demasiado en el papel para una cinta enfocada en niños y niñas, pero la historia es tan pura y genuina, que en ningún momento parece un discurso externo, sino que está inserto en la esencia misma de los personajes y la propia aventura.
Pero no todo es tan temático en “Raya y el último dragón”. Solo podemos entregar loas al extraordinario trabajo visual en todas y cada una de las secuencias de acción. Sí, porque esta película no tiene miedo alguno en dejar fluir largas secuencias de acción e incluso de pelea 1vs1, alcanzando niveles de entretención y suspenso que ya se las querrían muchas películas live action de dichos géneros. Los personajes secundarios juegan un papel muy importante en esto, ya que entregan la excusa perfecta para llevar la acción a escenarios y situaciones que solo elevan el potencial aventurero del metraje.
Es imposible cerrar esta reseña sin reconocer 2 factores muy relevantes. El primero es la excelente interpretación de voz de Awkwafina y Kelly Marie Tran en las dos protagonistas de la historia. En el caso de Marie Tran, es particularmente catártico oírla protagonizando una película que tiene tanto por decir contra la discriminación y el odio, después la oleada repulsiva de hate que recibió la actriz por parte del detestable fandom de Star Wars tras su paso por dicha franquicia. No podríamos imaginar una mejor forma de salir adelante en su carrera que con una brillante interpretación en una película absolutamente contemporánea y que se convertirá en un clásico instantáneo del cine animado. Y finalmente, mencionar el trabajo de James Newton Howard, que entrega un trabajo cargado de original y que logra elevar aún más los numerosos momentos emotivos de “Raya y el último dragón” a cuotas impensadas. Sin duda un OST que estará nominado al Oscar 2022.
Capaz de hacer sorprender, reír y emocionar, “Raya y el último dragón” es un éxito de principio a fin, con un mensaje imperecedero y nos permite seguir creyendo en que el cine es un arte con mucho por decir sobre el mundo en el que vivimos.
“Raya y el último dragón” está disponible en el Premier Access de Disney*