Shingeki no Kyojin (Attack on Titan) es uno de los animés más populares de todos los tiempos, transformándose en un fenómeno de masas luego de su estreno por allá por 2013. La obra es de esas extrañas producciones que transcienden un poco al público objetivo típico, en el sentido de que es un animé que no solo disfrutan los fanáticos del animé, sino que ha llegado a personas que quizás no enganchaban con este tipo de animación antes de ver las aventuras de Eren, Mikasa y compañía (algo similar a lo que ocurrió en 2010 con The Walking Dead y los zombies).
El pasado 7 de diciembre se estrenó la nueva temporada de la serie, bajo el título de “The Last Season”, que a todas luces se transformaría en el epílogo de esta historia a 8 años de su estreno. Sin embargo, para quienes no son seguidores del manga o de las noticias del mundo del animé, les podemos contar que era bien poco probable que la adaptación completara por la obra, ya que el manga, escrito por Hajime Isayama, sigue en emisión y recién el 8 de abril tendría su volumen final. A solo unas semanas del estreno, se informó que esta temporada, en teoría la última, solo cubriría hasta el episodio 122 del manga (actualmente va en el 138) e incluso más tarde se confirmó que en realidad solo llegaría hasta el 116.
Toda esta introducción es para señalar que sí, entendemos tu decepción de que la temporada terminara en un cliffhanger y en realidad no fuera la última. Y también sí, estamos igual de felices que tú por saber que esta historia continuará en enero-marzo de 2022 con la última tanda de capítulos en la segunda parte de la temporada final, algo así como TheLastSeason.Parte2.Final.Ahorasí.EsteSí.FinalFinal(1). Pero dejemos las vueltas y vayamos a repasar por completo lo bueno, lo malo y lo Shingeki de esta temporada. OJO: hablaremos con spoilers, así que vaya a terminar la temporada y después vuelve.
Una animación polémica
No podemos comenzar la reseña sin hacernos cargo de uno de los mayores miedos que había antes de que llegara esta temporada: la animación. Resulta que el estudio a cargo de todas las temporadas anteriores ya no iba más y la realización pasó a manos del estudio Mappa, que tuvo bastante poco tiempo para animar los 16 episodios, además de algunas limitaciones en los que respecta a la música original (ahí está la explicación de por qué no sonaron algunos de los temas más épicos que ha tenido el animé).
A nuestro parecer, lo de Mappa ha sido un trabajo más que aceptable, considerando el poco tiempo para animar con el que contaron (hasta se fueron a huelga las y los animadores del estudio porque estaban sobrepasados con tanto work). La animación es colorida y respeta en esencia la paleta de colores y tonalidades de las temporadas anteriores, aunque podríamos decir que juega mucho más a la segura y se vale casi por completo del trazo del manga para establecer el diseño de los personajes y los backgrounds. Además, aproveché el salto de tiempo entre temporadas (4 años) para modificar algunos detallitos en los diseños, algo bastante entendible.
Los momentos más flojos en cuanto animación llegan precisamente en algunos de los momentos más flojos de la historia, como toda la nueva trama introducida en Liberio para presentar a los personajes de Gabi, Falco y compañía. No es que sea mala la animación, es que simplemente no destaca y seamos honestos, el estudio Wit dejó la vara altísima en las 3 primeras entregas y lo de Mappa ni de cerca llega a esos estándares de calidad.
De todas formas, en los momentos de acción se nota un trabajo muchísimo más acabado, especialmente en la pelea en Liberio entre Eren y la Legión de Reconocimiento, contra Zeke, Pieck, Galliard, el Titán Martillo y los soldados de Marley. Sin duda el pináculo en cuanto acción y animación de esta temporada, con mención aparte a la brutalidad de Eren al despedazar a Galliard y usarlo como cascanueces para comerse al Titán Martillo. Varios celebraron, no digan que no.
Nuevas tramas y viejos conocidos
Aclararemos que aquí estamos reseñando la temporada del animé y no la obra general de Isayama, pero es imposible no referirse a una de las subtramas más flojas en toda la obra de Shingeki no Kyojin: los personajes nuevos de Marley. A ver, es posible que exista gente que le tiene aprecio a Gabi y Falco y puedan defender a los personajes por ser símbolos de todo lo que Marley representa: control, imperialismo, racismo. Sin embargo, eso no los transforma en ningún momento en seres humanos con los que uno puedo empatizar y su tiempo en pantalla es demasiado extenso y poco justificado. Se entiende la necesidad de presentar a toda esta nueva civilización, pero cuesta demasiado entrar en esta dinámica y por el capítulo 4 ya solo queremos que vuelva Eren, Mikasa o Armín no solo porque los extrañamos, sino porque son infinitamente más interesantes como personajes individuales que las nuevas adiciones.
Mención aparte para Galliard y Pieck, que sí poseen un backstory potente y que se siente un desperdicio que tengan tan poco tiempo en pantalla. Por otro lado, Nicolo, Yelena y la subtrama de los Jaegeristas es de lo mejor en cuanto a las nuevas incorporaciones, pues es algo totalmente creíble que ocurra en este universo, y también, dan ganas de que hubiéramos tenido más capítulos dedicados a esto, en vez de seguir tanto rato a un par de niños genocidas que no terminan nunca de cuajar en la trama general, ni en forma ni en fondo.
Mención aparte es todo lo que ocurre entre Zeke y Levi. La traición de Zeke a Marley es algo que nos pilla volando bajo luego de la batalla en Liberio y por las características del personaje jamás podemos confiar del todo en él, incluso menos después de ese flashback en el que conocemos su verdadera historia y las motivaciones detrás su traición a los eldianos. Probablemente Levi piensa lo mismo, porque en en los últimos capítulos no le quita los ojos de encima y vuelve a despedazarlo sin piedad luego de que Zeke matara a todos los soldados una vez más. Otro punto alto de la temporada, que también, lamentablemente tiene menos tiempo en pantalla de lo que nos gustaría.
Ahora bien, los personajes más cambiados en esta nueva temporada son Reiner y Eren. Reiner padece de un estrés post traumático severo el que incluso lo tiene contemplando el suicidio constantemente. Además, conoceremos su pasado y cómo llegó por primera vez a la Isla Paradise, lo que nos llevará a sentir aún más lástima por este pobre hombre al que nunca le sale nada bien y ha estado a punto de morir como 5 veces en 4 temporadas. En cuanto a Eren, probablemente la decisión más acertada de esta historia sería situarlo como el gran villano, no solo porque hemos tenido guiños durante toda la serie de la ira desenfrenada que crece en el interior de Eren, sino porque su frialdad actual revela una gran evolución y desarrollo del personaje. Eren es una persona totalmente diferente al Eren del inicio de Shingeki no Kyojin y por lo mismo es fascinante de observar.
El Cliffhanger y lo que viene
Dejando de lado toda la información que entregamos sobre el contexto de la adaptación, los problemas del estudio y esas cosas, no podemos dejar de mencionar que sí, efectivamente el final cliffhanger de la temporada es un poco decepcionante, e incluso algo antojadizo. Como dijimos, estamos aquí para juzgar la adaptación e inevitablemente el último capítulo se siente como algo cortado, muy poco climático para un final de temporada y quizás es resume en parte todo lo que fue esta temporada. No es que sea mala, no es que sea decepcionante, sino poco acabada y algo coja.
Insistimos, la animación no es el problema central, es la poca libertad del estudio para innovar y entregarle esa cuota de originalidad que toda adaptación del papel a la TV necesita. Un buen manga no hace una buena serie de televisión y sin duda esta temporada de Shingeki requirió un poquito más de esfuerzo creativo para entregarnos algo a la altura de otras entregas de la misma serie (como por ejemplo la perfecta temporada 2).
De todas formas, la serie sigue teniendo muchos grandes momentos y personajes, por lo que seguiremos atentos a lo que pueda entregar Shingeki no Kyojin en sus episodios finales, que deberían llegar en enero-marzo de 2022 y probablemente en septiembre-octubre ya tengamos los primeros avances. Titanes hay para rato, pero ahora nos toca esperar.