Super Mario Bros: un mundo de fantasía y un homenaje a Nintendo”

En 1993 el mundo se preparaba para el estreno de Super Mario Bros, película live action que contaba con Bob Hoskins y John Leguizamo como los actores que encarnaron a Mario y Luigi respectivamente. La ilusión estaba por lo alto, pero cayó rápidamente y se fue directo por la cañería una vez que se iniciaron las funciones y aparecieron las primeras reseñas. 

La película fue un caos desde producción hasta los mismos momentos de la grabación y el resultado fue tan malo que Nintendo cortó relaciones con Hollywood, manteniendo a la empresa de videojuegos alejada de las adaptaciones cinematográficas durante 26 años hasta el lanzamiento de Detective Pikachu en 2019.

Es por eso que existían dudas ante la noticia de una nueva película, esta vez animada. Dudas que solo se hicieron mayores al ver las primeras opiniones de la crítica especializada, las que indicaban que este nuevo proyecto no tenía el mejor argumento, que su base era floja en varios puntos y que era solo un mar de fan service.

Pero también estaba la otra visión, la de los fanáticos, quienes optaban por opinar de otra forma indicando que era una cinta entretenida y que estaba hecha para los fanáticos de la franquicia al explorar un mundo entero a través de una serie de referencias. Debo decir que personalmente me inclino ante esta opción.

Super Mario Bros es una película divertida, con una paleta de colores espectacular y una narrativa que transporta los videojuegos a la pantalla. Es un largometraje hecho por y para los fanáticos de la saga de los hermanos fontaneros. O incluso para los entusiastas de Nintendo, ya que hay una serie de cameos a otros videojuegos o momentos históricos de la marca. 

Pueden resaltarse easter eggs que van desde detalles en las habitaciones, música utilizada en escenas de videojuegos o incluso la misma base de la película, la que es similar a cómo se presentó en el lanzamiento del juego de Mario Bros en 1983 en donde los eventos partían desde las alcantarillas de Brooklyn.

En palabras simples, la historia trata sobre los dos hermanos en sus comienzos como fontaneros independientes. Son transportados a otro mundo después de cruzar una cañería y caen aparecen en lugares distintos, por lo que ahora deberán hacer lo posible por reencontrarse mientras esquivan los ataques de Bowser, quien avanza por los distintos reinos dominándolo todo gracias a su poder militar.

No se toman mucho tiempo en las presentaciones ni agregando elementos a la trama de la película, cosa que se agradece. Son introducciones cortas, pero intensas, que demuestran el cariño que hay entre Mario y Luigi como hermanos y la preocupación que comparten con el resto de los personajes. Es un afecto que de hecho es lo que impulsa la trama al darle una misión a Mario, quien se atreve a enfrentar a cualquier rival con tal de salvar su familia. 

¿Hace falta explicarle al espectador quién es Toad o qué es el Reino Champiñón? Para nada, nunca se necesitó para ser un éxito. Y así lo entiende el director de la cinta, Aaron Horvath, que va directo al hueso en una historia enlaza las distintas situaciones de la película con distintos escenarios sacados directamente de la consola de juegos.

Y ya que hablamos de juegos, comencemos a destacar lo entretenido que es reconocer el cameo y ver que no es algo pasajero, sino que es utilizado como elemento principal en la película. Cómo lo es, por ejemplo, Mario Kart y el uso de armas para hacer perder al rival. En términos de trama, es flojo, pero en cuanto a entretención es fascinante y genera una sonrisa espontánea cada vez que vemos a los personajes interactuar.

Super Mario Bros es una película que nos deja momentos destacables, canciones para el recuerdo (Peaches, peaches, peaches), una animación digna de el titan de la cultura pop que es Mario y muchas ganas de ver una secuela en donde sigan jugando con los mismos elementos mostrados en la cinta. Uno puede sentir que los animadores y actores de voz se divirtieron trabajando en este proyecto y la calidad del producto final lo demuestra.

Si algo se puede rescatar de esta nueva ola de remakes o adaptaciones como Arcane, The Last of Us y está película, es que no es necesario reinventar la historia o crear algo nuevo para darle sentido a la obra. Solo hace falta seguir la guía del trabajo original y agregar cosas para expandir el universo, no intentar superarlo. Después de todo, si no está roto, no lo arregles. Y si está descompuesto, bueno, llama a tus fontaneros favoritos y ellos salvarán el día. 

Super Marios Bros. (2023)

Illumination / Nintendo

4.0/5

Relacionados

Menú