En octubre se estrenó por la plataforma de Apple TV+ la serie Ted Lasso, producida por Bill Lawrence y Jason Sudeikis, que también protagonizada esta ficción ambientada en Inglaterra. De primeras pasó sin pena ni gloria, pero con las semanas comenzó a generar grandes comentarios de la crítica especializada, y a pocos meses de su estreno ya podríamos catalogarla como una de las series del 2020, especialmente luego del Golden Globe a Mejor Actor en Comedia obtenido por Jason Sudeikis el pasado fin de semana.
Básicamente, Ted Lasso trata sobre un entrenador de fútbol americano que llega a entrenar a un equipo ficticio de la Premier League de Inglaterra, el FC Richmond, pese a no tener ninguna experiencia ni conocimientos sobre el balompié. Sus gringismos y actitud de trabajo extremadamente positiva son recibidos de manera hostil por los ingleses, que ven con pésimos ojos que un norteamericano ignorante del fútbol sea el entrenador de un equipo de primer nivel. Pero con el correr de los episodios vamos observando como la filosofía de trabajo en equipo y carisma de Ted comienza a ganarse de a poco el cariño del plantel y de la afición.
Más allá de la propuesta pez fuera del agua que plantea la serie, resulta muy interesante como el abanico de personajes se complementa a la perfección con la trama central. A pesar de retratar de manera cómica la dureza del futbolista inglés, la producción le entrega mucha alma a los personajes, que logran ser queribles casi desde el episodio piloto. Personajes como Roy Kent, el capitán del Richmond FC, o Keeley Jones, publicista del equipo, ofrecen miradas humanas particularmente interesantes, con las que resulta casi imposible no empatizar.
Pero sin duda el gran peso cómico y dramático de Ted Lasso recae en el propio Jason Sudeikis, que entrega probablemente la mejor actuación de su carrera. ¿Tanto así? Y sí, porque el personaje de Ted es un tipo complejo, que no solo ofrece comedia, sino algunos cuotas de sincero drama humana. Sudeikis equilibra a la perfección en su actuación corporal la comedia con un cierto grado de nostalgia y algunas escenas particularmente dramáticas.
Entregar un mensaje positivo, de compañerismo y trabajo en equipo siempre es un peligro, por la facilidad de recaer en un discurso meloso repleto de clichés. Nada de eso ocurre en Ted Lasso, donde el carisma de los personajes y la sencillez de la historia se funde en los ocho episodios muy bien trabajados, que nos dejan sedientos de otros 8 más (que aparentemente ocurrirán).
No podemos dejar de mencionar el excelente trabajo de Hannan Waddingham (Rebecca Welton) y Juno Temple (Keeley Jones), que lideran una subtrama sobre amistad femenina muy refrescante, y algo inesperada en una serie que podría haber estado cargada de testosterona futbolera sin mucho sentido. Su aporte en la historia genera un equilibrio y aborda temas interesantes desde un punto de vista feminista que nunca cae en los panfletario, y por lo mismo, es mucho más efectivo de lo que se podría esperar.
Ted Lasso ofrece una gran historia, con adorables personajes, y sinceramente posee un alcance para distintos tipos de públicos, no solo el futbolero. No podemos sino esperar a ver si la segunda temporada eleva aún más a una serie que fue toda una sorpresa y que posee el potencial para seguir explorando más caminos inesperados.