El pasado 5 de febrero se estrenó en la plataforma de Apple TV la serie animada “The Snoopy Show”, que consiste en 6 episodios originales basado en los clásicos personajes creados Charles M. Schulz y que han trascendido épocas y generaciones completas. Desde hace unos años que Apple posee los derechos de esta exitosa franquicia y luego de una incursión con una micro serie en 2019 llamada “Snoopy in Space”, la plataforma se lanzó con una miniserie propiamente tal, de 20 minutos cada capítulo repartidos en 3 cortos de unos de 6-7 minutos de duración.
¿De qué va la serie? Bueno, básicamente seguimos a todos los personajes clásicos de Peanuts, desde Charlie Brown hasta Linus, pasando por Lucy y Schroder, en sus aventuras del día a día, que van desde situaciones muy simples hasta conflictos que podrían tacharse de existenciales, enfocados siempre desde la complejidad propia de entender al mundo (y a sí mismo) desde la infancia. Sin embargo, a diferencia de otras series animadas de Peanuts, en esta ocasión tenemos a un protagonista definido en cada uno de los episodios: Snoopy. El título “The Snoopy Show” no es al azar, pues efectivamente es a través de la óptica del famoso Beagle que se desarrollan todas las historias.
Y de inmediato debemos esclarecer que el show toma bastantes riesgos, ya que entregarle el rol protagónico a Snoopy de un show de 6 capítulos y cerca de 2 horas 10 de duración total, podría significar un desafío para la audiencia más adulta. Si bien Snoopy siempre ha sido una presencia adorable y querida, su incapacidad de hablar y tintes siempre más cómicos que dramáticos, presentó todo un desafío para los creadores de la serie, al tener que plantear el guion de una forma muy específica y no sacrificar la esencia existencialista y dulce de Peanuts por un show repleto de risas y poca sustancia.
Afortunadamente, nada de lo anterior es un problema. Si bien la serie es mucho más simple y menos dramática que otras producciones del mundo de Peanuts, en ningún caso el protagonismo de Snoopy sacrifica la esencia propia de los personajes. Más bien al contrario, funciona como un equilibro perfecto entre esta mirada melancólica de la infancia y la comedia sencilla que provocan las locuras de Snoopy y Woodstock. Es fascinante la forma en la que el guion es capaz de introducir temas de gran profundidad dramática infantil, como el no saber encontrar tu lugar en el mundo o la incapacidad de resaltar algo que produzca alegría en tu vida, en clave de comedia liviana que permite hacer accesibles estos tópicas para todo tipo de audiencia.
Desde lo visual, la serie sencillamente hermosa. Todos los acabados de color y texturas emulan a los detalles característicos de las viñetas y de la serie animada original, pero con todas las bondades que la tecnología permite en 2021. Pese a que la animación de la película de 2015, producida por el recientemente cerrado estudio BlueSky, se veía bonita, algo tiene el formato 2D y de dibujo a mano que captura la esencia misma del contenido de Schulz y resulta ampliamente superior.
Pese a que solo son 6 episodios, la serie de igual forma aborda todas las estaciones y festividades clásicas de este show, desde el invierno hasta Halloween, pasando por un bellísimo primer capítulo donde vemos la forma en la que Charlie Brown y Snoopy se conocen, hasta un emotivo episodio en el que Snoopy ayuda a Marcie a descubrir cómo disfrutar los juegos durante las épocas de nieve.
Capaz de entretener, provocar risas y emocionar, The Snoopy Show es un éxito al llevar a Peanuts a su estado más puro, y solo nos deja con ganas de ver qué más puede hacer Apple TV con esta franquicia. Si este será el nivel, ojalá tengamos Snoopy y Charlie Brown para mucho rato.