Willow es una fantasía medieval creada por George Lucas que vio la luz en 1988. Dirigida por Ron Howard y producida por el mismo Lucas, cuenta la historia de un nelwyn llamado Willow que encuentra una bebé daikini a las orillas de un río. Esta bebé es Elora Danan, una niña que, según una profecía, será la persona que acabará con el reinado de terror de la malvada bruja Mavmorda.
Pero Mavmorda está en conocimiento de esto y hace todo lo posible para matar a la pequeña y evitar alguna amenaza a su reino. Será tarea de Willow, junto a sus acompañantes, el llevar a Elora Danan al lugar prometido en la profecía antes de que Mavmorda los encuentre.
Ahora, a 32 años de la película, llega una secuela en formato de serie que nos indica que la historia de Elora y Willow está lejos de acabar y que aún hay peligro merodeando las murallas de Tir Asleen. Es momento de iniciar otro viaje junto al hechicero más grande de todos.
El regreso de la magia
Willow se recuerda como una historia que es capaz de encantar a grandes y pequeños en un relato que pretende contar las aventuras de los héroes y los obstáculos que superan hasta lograr su objetivo.
No es el primer filme de fantasía de la época ni tampoco el mejor o más recordado, pero sí tiene una fiel fanaticada que comienza por su propio autor y productor, George Lucas. Es una historia inocente que no busca presentar personajes complejos ni una violencia que no dé a lugar. Se centra en la magia y en la sensación de aventura a medida que van avanzando en una trama que se desarrolla rápido y sin pausa.
Es debido a estas características que uno se introduce en la serie con una sensación de nostalgia que recorre el cuerpo. Y para alegría de muchos, la inocencia y el humor infantil siguen presentes en una serie que pretende expandir el mundo que ya se conocía en una historia que pueda ir mucho más allá.
Hay que decir que esta serie no toma en cuenta los juegos ni las novelas que se estrenaron como secuela del filme y fija este proyecto como la continuación oficial del filme. Con eso en mente podemos alejar el resto de la historia de la madurez que se alcanza en los libros y nos enfocamos en los personajes conocidos.
Lamentablemente, esa sensación de nostalgia dura solo unos minutos, hasta que comienzan a verse los cambios propios de una serie adaptada a la actualidad.
“No eres un gran hechicero”
La trama de este nuevo proyecto es simple: el mal aún no ha sido erradicado y reunió fuerzas durante años hasta poder lanzar un nuevo ataque en contra de Elora Danan, bebé que ahora sería una adulta que se encuentra oculta a petición de Sorsha, Reina de Tir Asleen.
Un miembro de la familia real es capturado en el ataque al castillo y se conforma un grupo de héroes que viaja con el objetivo de salvarlo antes de que sea tarde. Es en ese viaje en donde se les aconseja visitar al hechicero Willow para que los acompañe y así es como evoluciona esta serie.
Si bien se pueden identificar similitudes en el ambiente y la música, hay que decir que no se le puso ni un mínimo de cariño a los diálogos esta adaptación.
¿Cuál es el problema? Willow es una fantasía medieval que mezclaba el inglés norteamericano con el británico en un guion que siempre tuvo un lenguaje correcto y apegado a la época. Mientras que en la serie pareciera que hicieron un casting en un mall con personajes que hablan con modismos e incluso con un humor actual que sería imposible de ver en el mundo que se plantea.
La protagonista de este proyecto es Kit, hija de Sorsha y Madmartigan que está obligada a casarse con el príncipe de Galladoorn para mantener la jerarquía sobre el reino de Tir Asleen, pero que está secretamente enamorada de su mejor amiga Jade.
Hay muchos que critican el hecho de un amorío homosexual en la historia apuntando al fenómeno “Woke”, pero la verdad es que no influye en nada y de hecho aporta contenido para trabajar el resto de los episodios. Sin embargo, hay que ser justos y apuntar la crítica a lo que en verdad importa, que son las relaciones sentimentales en sí.
Willow es una historia basada en la aventura que podía o no tener escenas de romance en su desarrollo, pero siempre como algo adicional a una trama que se centraba en la lucha del bien contra el mal, no en líos amorosos.
En este proyecto pareciera que todos los involucrados tienen algún conflicto sentimental y basan sus acciones en lo que es mejor para desarrollar su vida amorosa. Grueso error ya que el viaje de fantasía termina siendo una excusa para que estos personajes pasen tiempo juntos y no una misión de urgencia que definirá el destino del mundo.
Warwick Davis es un actor lleno de carisma que se transforma en el pilar fundamental del proyecto al volver a interpretar al Willow que todos conocen y quieren. Su sonrisa, disparates y gritos de nelwyn enojado son algo que siempre va a sumar, pero es triste ver cómo ese protagonismo se diluye entre tanto personaje nuevo.
En el pasado teníamos solo dos personajes protagónicos: Willow y Madmartigan. En esta serie hay, potencialmente, unas 7 o más personas con sus propias historias y objetivos que ocupan más minutos del que uno quisiera.
Puede que este sea un punto a favor si se trabaja bien, pero estos personajes apenas muestran un signo de desarrollo en los episodios que se han emitido y son de tan poco interés que alguno de estos podría desaparecer y el espectador no se daría cuenta (spoiler alert: esto último ocurrió).
Se tiene pensado que este proyecto tenga más de una temporada. De hecho el mismo guion se preocupa de eso y da espacio a que se puedan introducir nuevos personajes (Val Kilmer, por ejemplo, quién no pudo interpretar a Madmartigan producto de los riesgos del COVID). Pero la verdad es que cuesta imaginar un futuro en una serie que puede compartir el nombre de la película, pero que perdió su esencia pese a los efectos especiales que se pueden ver en el tráiler. Un mal conocido en las adaptaciones de Disney.