Zack Snyder’s Justice League: Justicia repartida.

Warner Bros. tiene un sin número de proyectos para expandir el universo cinematográfico de DC Comics, como el reboot de Batman en la pantalla grande, nuevas inclusiones al universo de Shazam e incluso la película en solitario de The Flash, pero no hay suceso más esperado por los fanáticos del universo cinematográfico de DC, que la versión inédita de la Liga de la Justicia a manos de su director y visionario original, el señor Zack Snyder y hoy llegó el día de su estreno mundial en el mundo del streaming. ¿Habrá sobrevivido al inmenso hype que acarreaba? ¿Es acaso esta la obra maestra del director o es solo un intento en falso por salvar una película que nació sin esperanzas?

Corría el año 2017, en plena producción de lo que prometía ser la gran epopeya que reivindicaría al universo de DC en el mundo del cine. “Justice League”, la contraparte de la exitosa Avengers prometía ser un duro contendiente para Marvel. A la cabeza de dicho proyecto se encontraba Zack Snyder, quien había dirigido y construido las primeras historias que estaban dando forma a este recién naciente universo cinematográfico. Con una bien recibida “Man of Steel” y una divisoria “Batman v Superman: Dawn of Justice”, el director había logrado construir una historia oscura, sobrecargada al dramatismo, pero por sobre todo coherente con una visión clara que tenía el realizador sobre esta compleja obra pensada en partes.

 

 

Bajo este contexto, Justice League prometía ser el el capítulo que coronaría y consagraría el universo cinematográfico de los héroes de DC, y abriría la puerta a un complejo mundo de nuevos personajes, enemigos e intrincadas líneas temporales. Sin embargo, en la mitad de la producción, la hija del director Autumn Snyder, muere a causa de un inesperado suicidio. Esto, más las complejas relaciones que tenía con el estudio por culpa de desacuerdos creativos, hicieron que el director abandonara el barco de la Liga de la Justicia en la mitad de su viaje.

Por otro lado Warner Bros., estudio a cargo de la realización de las películas del universo DC, estaba un tanto insegura del tono y complejidad que estaba tomando la historia de Snyder. Haciendo caso a las divididas críticas sobre la anteriormente estrenada “Batman v Superman: DOJ”, intentaron suavizar la visión de su realizador. Para este trabajo trajeron a Joss Whedon, director de “The Avengers”; el resultado es historia sabida.

El 2017 se estrena la película peor evaluada de DC Comics, una versión coja, sin mando, sin visión pero por sobre todo cobarde de la esperada “Justice League”. Lo que pretendía ser una épica cinematográfica de extensa duración, terminó siendo un blockbuster sin alma, lleno de recortes de edición y re grabaciones que anularon completamente el matiz que Snyder logra siempre en sus obras. La fanaticada de inmediato empezó a cuestionar el resultado y se preguntaron, no sin razón, qué había ocurrido con todo el material filmado por el director original: No todo debe estar perdido.

 

 

Así es como comienza la campaña en redes sociales, desde una fanática en China, para que el estudio revele el material original de la película, ese que recortaron y editaron de mala manera. Rápidamente este movimiento tomó fuerza, sumando a rostros de la industria e incluso a los mismos actores del elenco de Justice League, exigiendo la liberación del director. Sin embargo, no era tarea fácil llegar y liberar una versión de la película que no existía, que nunca llegó a concretarse y que dependía de la voluntad del estudio por rehacer una película que ya había sido un fracaso.

Sin embargo, la presión por parte de la audiencia continuó hasta que Warner cede y anuncia que a través de su recién anunciado canal de streaming, HBO Max, estrenarían la tan anhelada versión de la película. Zack Snyder podría retomar su trabajo donde lo dejó y con absoluta libertad creativa pero con un presupuesto extremadamente reducido para el trabajo, estrenaría su visionado personal, extenso y oscuro de “Justice League”

Todo esta introducción es necesaria hacerla porque estamos enfrentando un hito histórico en el mundo del Cine, donde la presión de la gente por una obra que sienten que les pertenece, hicieron que un estudio enorme como lo es Warner, diese un paso atrás y retomara una senda que ellos mismos rechazaron en su momento. El resultado de este suceso es un ejercicio cinematográfico sin precedentes; un largometraje de 4 horas de duración, donde el director no dejó nada afuera y dio espacio a su versión sin censuras creativas. Apoyado por su público, logra el cometido de retomar esta titánica tarea y con los números en contra, logra salvar su historia y su visión.

 

 

Sin hacer caso a su fallida versión del 2017, “La Liga de la Justicia de Zack Snyder” (o ZSJL cómo la llamaremos de ahora en adelante) comienza en el mismo tono oscuro y pausado que nos tiene acostumbrado el director. Donde siempre pareciera intentar llevar cada escena hasta un punto épico de contemplación. La muerte de Superman ha despertado unos antiguos artefactos de tecnología alienígena y ahora llaman a sus malévolos dueños a través del espacio. La tierra está indefensa ante el poder de nuevos enemigos que no tardan en llegar y la acción no comienza de a pocos. ZSJL explota de inmediato con la aparición de Steppenwolf, un ser alienígena que viene a conquistar la tierra con la ayuda de estos antiguos artefactos que les fueron arrebatados en una legendaria batalla.

Luego de este extenso arranque, la película se encarga de presentarnos a quienes serán los nuevos defensores de nuestro planeta. Con un matiz sobrecargado a la épica, las escenas personales de Aquaman, Flash y Cyborg, crean el interés necesario para que como público los ubiquemos como protagonistas de esta epopeya. Siendo Bruce Wayne y Diana Prince los líderes naturales de esta recién conformada liga de la justicia, la película se da el tiempo de introducir todas las fichas en el tablero antes de comenzar a jugar.

 

 

Sin prisas, de manera pausada con un alto nivel de misticismo que no vemos a menudo en este tipo de género, el director logra convertir en leyenda a sus personajes. Con constantes referencias a los cómics de DC, acierta en llegar a su público de manera correcta, pero sin dejar a los que jamás han tomado una historieta en sus manos. La película se siente espectacular a pesar de sus fallas técnicas propias de un largometraje parchado con un presupuesto reducido para una factura tan compleja.

Pero no todo es lento en esta película, al contrario. De manera muy balanceada y con una edición excelente, el director logra introducir escenas de acción muy crudas y viscerales, como no habíamos visto en otras iteraciones de superhéroes. Podemos ver la fuerza desmedida en acción de personajes que son dioses entre mortales, como lo son la mujer maravilla, Steppenwolf y otros héroes de antaño que aparecen en una secuencia magnífica que ilustra una antigua batalla por la Tierra contra Darkseid (personaje fundamental que fue completamente obviado en la versión del 2017). Sin entrar en spoilers, la libertad creativa que tuvo Snyder, le permitió tomar ciertas atribuciones que habrían hecho de esta película una obra para mayores de 18 años y que jamás se habría estrenado en los cines.

Sin embargo, no todas son flores para este filme, que está lejos de ser perfecto sin contar los evidentes problemas técnicos asociados a su presupuesto. Por un lado, podemos ver un increíble desarrollo personal de los personajes principales, pero al momento de interactuar entre ellos, pareciera no existir en ningún momento un verdadero conflicto, que hace que a ratos que la historia se desarrolle de manera un tanto artificiosa y facilista. Así, tanto los antiguos como los nuevos superhéroes se ven representados de manera muy bien desarrollada, pero es precisamente “La Liga de la Justicia” la que carece de matices y profundidad.

Por otro lado, la película mantiene la trama central de Justice League 2017, solo que respetando una línea argumental que le da sentido a la historia. Un antagonista con motivaciones claras, protagonistas con un trasfondo bien construido y una trama que se desarrolla de manera correcta. Sin embargo, la extensión del filme a ratos se siente más un capricho que una necesidad real, haciendo que ciertas escenas o secuencias no logren calzar del todo con la obra en general. Lo bueno es que estos momentos no le restan nada al resultado final, pero definitivamente no le suman tampoco.

 

 

Para concluir, es inmensamente necesario entender la naturaleza de este proyecto, que a diferencia de muchas de las películas de superhéroes o blockbusters taquilleros, no busca simplemente agradar y vender. Estamos ante la presencia de un trabajo hecho por amor; por la búsqueda de expresar una visión poderosa y compleja por parte de su realizador y que en contra de todo, logra conformar una historia sólida, densa y personal sobre lo que a todas luces es uno de los grandes estrenos del 2021. No sabemos aún si el estudio detrás de esta realización seguirá la historia que Zack Snyder acaba de construir, pero nos quedamos con la certeza de que es lo que quiere ver el publico y lo que seguirá exigiéndole a este oscuro universo cinematográfico de DC Comics.

Zack Snyder's Justice League (2021)

Zack Snyder / HBO Max

4.0/5

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